jueves, 21 de junio de 2012

ENSALADA VERANIEGA.

Hace apenas unas horas que entramos en el verano astronómico, que el meteorológico no se ha enterado.
Y todo esto nos pasa porque el eje de La Tierra tiene una anomalía, está inclinado algo más de 23º con respecto al plano de su órbita. Y agradeciéndoselo, porque de no ser así no estaríamos aquí.
Y el caso es que ha llegado de repente: A las 01:09 de esta mañana, ¡Zas! Era primavera y ya es verano. El verano más largo en muchos siglos, durará 93 días y 15 horas.
Y mucha caló.
Hoy no hemos llegado a los 30 grados, aunque los pronósticos nos profetizan un verano caluroso y seco.
En Extremadura a esta ensalada la llamamos "pisto", lo cual da pie a equívocos y malos entendidos poer lo que la podemos llamar "ensalada veraniega" y todos tan contentos.
Empezamos preparando la salsa con yogur tipo griego, la misma cantidad de aceite de oliva y batimos con las varillas hasta que tenga la consistencia de una mahonesa. Luego le podemos añadir unas hojas de albahaca muy picadas.
Cortamos  en rodajas los tomates, el pimiento y el pepino al que habremos quitado casi toda su piel y las vamos colocando en un plato o en una bandeja alternándolas y solapándolas como las escamas de un pez, vertemos un poco de la salsa por encima y el resto lo ponemos en una salsera aparte.
Le va una cervecita fresquita.

jueves, 14 de junio de 2012

ENSALADA DE MELÓN CON JAMÓN.

Si mi abuela nos hubiera visto, habría puesto el grito en el cielo. ¡Melón para cenar!
Por la mañana, oro -decía-. Por la tarde, plata. Por la noche...mata.
Ni caso.
La noche está templadita y nos apetece una ensalada de melón. La receta se la copio a Jaimie Oliver aunque le hago algunas modificaciones, la acompañamos de un vinho leve portugués y cenamos fuera.
Empiezo por preparar la vinagreta: Unas hojas de hierbabuena troceadas muy, muy finas. encima, una cucharada de vinagre de Jerez y unos granitos de sal, le voy añadiendo poco a poco el aceite de oliva mientras mezclo con las varillas.
Saco unas tajadas de melón, las separo de la parte dura y las troceo, mezclo con la vinagreta y dejo reposar unos minutos en el "frigo".
El jamón ibérico, lo siento, lo reservo para otros usos más nobles y, en este caso voy a utilizar unas lonchas de jamón serrano, mejor si están un poquito blandas. Las corto del tamaño de un bocado.
Pongo el melón en una ensaladera y encima voy colocando las lonchas de jamón y adorno con brote de hierbabuena.
Se ha levantado una pizca de aire y es conveniente recogerse.

martes, 12 de junio de 2012

GASTRONÓMADAS EN SALAMANCA.



Son las ocho y media de la mañana. En Cáceres hace un frío que hiela los huesos, ni me imagino cómo estará Salamanca, mi destino.
Ya hoy es un paseo. Hace apenas unos años, cuando mi hija estudiaba allí, el viaje llevaba no menos de cuatro horas y si recordamos aquellos tiempos del "Preu" -¡Dios santo! ¿Cuarenta y cinco años ya?- el viaje en tren duraba toda la noche.
Once grados marcaba el termómetro del coche al cruzar Vallejera y trece al llegar a la plaza de Santa Eulalia.
"A las once, en La Plaza" era el lema. Gastronómadas en Salamanca, el objetivo.
El mío era más simple y más emotivo: Iba a ponerle cara a una de las primeras seguidoras de mi blog, colaboradora imprescindible en mi "receta invitada" y expositora en "Comer con los ojos". Dolita del blog "Las recetas de mis amigas".
También, me enteré después, de que estaría Itzi Campos "Mi otra ella", cuya simpatía había despertado mi interés hace muchos días.
Por supuesto, Puntillo (La cocina de mi casa), mi primer saludo de todas las mañanas cuando me asomo al balcón de twitter a dar los buenosdías.
Y Rafa Prades, organizador del evento junto con Pozu, con el que tengo la suerte de tomar unas tapitas de vez en cuando peregrinando por la taperías de Cáceres.
Así que en la Plaza Mayor de Salamanca, debajo del reloj, a las once en punto de la mañana, nos encontramos dos docenas de gastronómadas o peregrinos transhumantes del buen yantar a cumplir con la trangresión ritual del pecado capital de la gula. Los dioses nos han de castigar por ello con dos centímetros más de cintura y a empezar la operación bikini desde cero otra vez.
Puestos a ello, que la cosa sea gorda (nunca mejor dicho).
Primera visita, al mercado. Paseo hasta el obrador en el que nos iban a dar la lección del día: Cómo hacer el hornazo de Salamanca si perder la compostura. ¿Sabéis que el hornazo está riquísimo si lo acompañamos de un buen cava?
Visita a las torres de La Clerecía excepto para vagos, lisiados y embarazadas.
Y a comer, que a eso hemos venido. Buen vino y mejor jamón de cerdo ibérico bien criado en las dehesas de Extremadura y curado en las sierras salmantinas como aperitivo de un "frugal refrigerio a base de sardinas marinadas, croquetas de cocido, el bichejo de siempre (como lo odio) con unos callos riquísimos, carrileras de ibérico y a Rafa se le olvidó que soy diabético y me quedé sin postre.
Paseo visita cultural por la ciudad y despedida.
Los supervivientes: Rafa, Ana Sánchez y su señor esposo, la otra Ana, David "El monaguillo" Mar Manuel, su señor esposo y este servidor seguimos al pie del cañón y continuamos tomando tapitas, entre las que había desde un refinado ceviche de gambas hasta un revuelto de farinato.
Terminamos en una terraza degustando unos Gin-tónics hasta que la lluvia nos invitóa a irnos a descansar.
Que ya sabemos que el secreto de la felicidad consiste en tranquilidad, buenos alimentos y muuuucho reposo.