domingo, 28 de agosto de 2011

MIGAS DE CUSCÚS.

Hemos tenido un mes de agosto algo más que fresquito si exceptuamos dos días. Empezó con agua y termina con frío.
Tanto que, no recuerdo quien, me ha sugerido preparar unas migas de primero para comer. No es nada excepcional, en muchos restaurantes y bares de tapas las tienen en sus cartas todo el año y además "la orilla", que diría mi abuela, está para ello.
Problema: No hay pan suficientemente asentado como para preparar migas para tanta gente (13 en la mesa), al menos pan decente para hacerlas. La baguette de turno no es apta para hacer migas, estas requieren hogaza o, al menos, pan candeal.
Recuerdo que Dolita ha publicado recientemente una receta de cuscús con chorizo y que a mí se me antojaron migas. Rebusco en su blog y las encuentro. (Dolita: Te fusilo la receta). No les puse el huevo frito, aunque le habría ido de maravilla.
La receta, para cuatro personas, es tal que así:
- 2 dientes de ajo. O tres, o cuatro
- 1/2 pimiento rojo.
- 250 gr. de papada (barbada) ibérica. En su defecto se puede utilizar panceta fresca.
- 250 gr. de chorizo ibérico de guisar. (Mi madre habría puesto cantimpalos).
- 4 lonchas de bacon.
- 250 gr de cuscús.
- 1/4 l. de agua
- 1 cucharada de pimentón y un chorrito de aceite.
Pelamos los ajos. Cortamos el pimiento en cuadraditos de 1X1 cm. Hacemos lo mismo con la papada  y el chorizo (sin piel, por supuesto).
Las migas, tradicionalmente, se hacen en un caldero, en su defecto, cualquier cacerola nos vale.
En la cacerola se pone un chorrito de aceite y en él se fríen el chorizo y la papada. Se sacan y se reservan.
En la grasa resultante, se confitan los ajos pelados y cortados en dos mitades y los trozos de pimiento. Se sacan y se reservan.
Se aparta del fuego y se le añade el pimentón. Se retira en un tazón o bol y se deja templar.
En la misma cacerola, se pone a hervir el agua con una pizca de sal y un par de cucharadas de la grasa que habíamos reservado. Cuando rompa el hervor, se aparta del fuego y se le añade el cuscús, se remueve con cuidado y se deja reposar cinco minutos, hasta que haya absorbido todo el agua.
Se acerca de nuevo al fuego, se le añade el resto de la grasa y se remueve durante tres minutos más. Se le agrega el ajo, el pimiento, la papada y el chorizo y se aparta del fuego.
Cristalizamos el bacon como ya sabéis: un plato, papel absorbente, el bacon, más papel, otro plato y.... al microondas. Recordad, y esto es muy importante, que el papel hay que despegarlo en caliente, que como se enfríe, se queda pegado para siempre. Lo utilizamos para adornar.
Queda bueno de verdad y más ligero que las migas de pan. Creo que. en lo sucesivo, las migas van a ser así.

domingo, 21 de agosto de 2011

ENSALADA DE RÚCOLA CON MOZZARELLA Y TOMATES SECOS.

En esta semana, por fin, he sido abuelo. Una nieta preciosa.
He estado, como podéis suponer, bastante ocupado, pero no quiero dejar pasar la semana sin poner una triste receta, y digo lo de triste porque esta vez no va a haber ningún comentario previo.
Una ensalada sencilla, rápida, rica y con sabor mediterráneo.
La hacemos con unas rodajas de tomate, unas hojas de rúcola, mozzarella y tomates secos en aceite.
Disponemos la rúcola sobre un plato, deshacemos la mozzarella con las manos y la colocamos encima, sobre esta los tomates secos cortados en pedazos no muy pequeños y adornamos con las rodajas de tomate fresco.
Aliñamos la ensalada con un poco del aceite de los tomates y una pizca de vinagre de Módena.
Los tomates secos al sol los suelo hacer yo mismo; pero se pueden comprar los tomates secos, hidratarlos en agua fría y meterlos en un tarro con aceite. Se conservan así mucho tiempo.
También los hay ya en aceite; pero son un poquito caros.

domingo, 14 de agosto de 2011

LOS MUÑEQUINOS.

Me pide el director de la revista del Ateneo que haga una serie de fotografías para el próximo número. Por otra parte en una circular nos invita a los ateneístas que publiquemos en el medio que sea, incluídos blogs, que mandemos alguno de nuestros artículos para incluírlos en la edición que tiene que salir antes de Navidad.
Voy a cumplir con ambas invitaciones en una sola tacada.

Toda ciudad que se precie ha de tener en un parque o en una plaza la estatua fundida en bronce de algún prócer de la misma con su peana de mármol, un legajo en la mano y sus cagaditas de paloma en la cabeza y sobre los hombros.
También la estatua ecuestre de algún aguerrido guerrero, o un conquistador. Poca gente sabe leer el leguaje de estas estatuas: Si el caballo tiene las patas delanteras levantadas, el jinete honrado en ella, ha muerto en combate. Si el caballo tiene una de sus patas en el suelo y levanta la otra, es porque el personaje murió a causa de las heridas recibidas. Si tiene los dos pies en tierra, el cabalgador murió plácidamente (o no) en su cama. Y no lo saben dado que es más habitual mirarlos por detrás dando merecida fama a Espartero en Madrid o Pizarro en Trujillo.
Tienen su sitio poetas como Gabriel y Galán o Nezalhuacoyotl ("El indio"), conquistadores, como Hernán Cortés, conjuntos escultóricos como el de Muñoz Chaves, que bajo un busto del conocido jurista y senador, hay una alegoría de La Ley, desnudita ella, sentada en un escaño y con las tablas de la ley en sus manos. De ella se cuenta que en su inauguración, alguien comentó que no le gustaba cómo había quedado el personaje; pero que "su señora" estaba maravillosamente.
Hay también bustos en cualquier rincón: Pierre de Coubertain, Francisco Sánchez de Las Brozas "El Brocense",  El Conde de Barcelona, conocida popularmente como "El cabezón"... Un San Pedro de Alcántara, obra de Pérez Comendador, con los dedos de los pies desgastados por el manoseo de los estudiantes  que esperaban tocándolos, aprobar todos los exámenes.
El Parque del Príncipe es un auténtico museo de escultura al aire libre.
Y aquí cerquita de mi casa, el lo alto de La Montaña, un Corazón de Jesús de quince metros de altura visible desde toda la ciudad. No es El Corcobado, ni el Cristo de Almada ya que las pretensiones del obispo Segura Sáez, después cardenal Segura, eran más humildes. Tiene la estatua ambos brazos abiertos y levantados a la altura de la cabeza, razón por la que los más impíos lo llaman "El banderillero".
Pero si algo hay en Cáceres que NO hay en nigún otro sitio son "Los muñequinos".
Son unas estatuas de pequeño tamaño -alrededor de uno veinte- que proliferaron en los inicios del presente milenio.
Son siete: Dos son grupos escultóricos, las otras cinco son de una sola pieza.
La lavandera.
 Los Cofrades. Conocido como El KKK
 La enfermera.
 Leoncia. Vendía "Extremadura" allá por los años sesenta.
 El minero. En Aldea Moret (Las minas)
 Grupo "El Redoble". La canción popular de Cáceres.
La azafata.

lunes, 8 de agosto de 2011

FALSA PAELLA DE TRIGO CON GAMBÓN AL BRANDY.

Saltó demasiado pronto la alarma.
Estaba yo haciendo mis experimentos con trigo.  Fue hace unos meses cuando me pusieron de tapa una "falsa paella de trigo con cigalita" y he tratado de imitarla.
Me puse a buscar trigo por todas partes. Mira que en el pueblo no habría tenido problema, cualquier vecino tiene en su casa un saco para alimentar al ganado y me habría dado un puñado de mil amores. Luego habría ido contándolo a la taberna y a saber qué conclusiones se habrían sacado.
El caso es que no encontré trigo ni en las tiendas de animales. (La próxima vez experimentaré con el alpiste, que de eso sí que había), ni en las herboristerías (Trigo inflado, sarraceno, bulgur, germen, etc..pero trigo, trigo, no). Así que tuvo que ser de encargo.
Una semana larga tardó en llegarme el pedido.
He rastreado por Internet y he encontrado cierta marca que tiene trigo tierno precocido les he mandado un correo interesándome por la forma de adquirirlo. Ni se han dignado a contestarme.
Ahora toca "inspirarse": A ver quién se sabe ya los trucos y atajos. Recordé que había visto alguna receta en el blog de Dolita "Las recetas de mis amigas" y allí que fui.  Ella había utilizado el trigo tierno y decía que con diez minutos de cocción era suficiente. Evidentemente para el trigo virgen extra, el truco no valía. Tres cuartos de hora después, echándole más y más caldo al guiso, acabó estando igual de duro que al principio y salado, no, saladísimo. En la basura acabó mi primer experimento pues ni las perras quisieron probarlo.
Me puse en contacto con Dolita que me dio la marca que comercializa el trigo tierno y que era la misma que yo había visto en Internet. Independientemente de que lo hiciera en los comentarios de este blog, de ahí que diga que salió la noticia antes que la receta.
De nuevo búsqueda por el Interné: Escribí en San Google "Tiempos de cocción del trigo" y, claro, hay que tenerlo toda la noche en remojo y cocerlo un mínimo de hora y media en agua con sal. Vamos, como los garbanzos.
La duda fue: la cocción ¿En agua fría, como las lentejas o caliente, como los garbanzos? Tras filosóficas y metódicas reflexiones llegué a la conclusión de que el agua debía ser caliente, que es como se echa a la paella.
Segundo intento:
Ingredientes:
1/4 Kg. de trigo.
1 lata de berberechos.
6 gambones.
Para el caldo:
1/2 l. de caldo de pescados.
4 langostinos congelados.
cebolla, ajo, pimiento rojo y verde y tomate pelado.
Hay que poner el trigo en remojo toda la noche, al día siguiente, cocerlo con agua y sal durante hora y media. Colar el agua de la cocción y rerservar.
Supongo que con el trigo precocido, todo esto será innecesario.
Preparar el caldo cortando los bigotes a los langostinos, hacerlos pedazos, cortar la cebolla en trocitos menudos, así como unos pedazos de pimiento verde y rojo, pelar, despepitar y trocear el tomate.
En un sartén con un poco de aceite, saltear los langostinos, echar la cebolla, el ajo y dejar hacer un poco. A continuación agregar los pimientos y cuando estén blandos, el tomate, salar y dejar hacer lentamente aproximadamente media hora a fuego muy suave. Batir con la batidora y pasar por el colador chino para que se queden ahí las pieles de los langostinos. Añadir el caldo de pescado y dejar hervir unos minutos.
Echar el trigo y el líquido de la lata de berberechos, cocer diez minutos, añadir los berberechos y cocer dos minutos más. El trigo no absorbe tanta agua como el arroz por lo que es preferible quedarse corto con el caldo e írselo agregando poco a poco si fuese necesario. Tiene otra ventaja: No se pasa.
Pelar el cuerpo de los gambones, dejándoles la cabeza y la cola. En una sartén muy caliente, solamente engrasada con una gota de aceite, poner los gambones, medio minuto, dar la vuelta y dejarlos otros 30 segundos, agregar un chorrito de brandy, salar con unos granos de sal gorda o, mejor, con unas escamas de sal Maldon.
Poner en un platito una o dos cucharadas de la paella y adornar con el gambón.
Repito que se trató de un experimento, que a la segunda salió bien, muy bien.
A la basca les moló mogollón.
Recordad que es solamente una tapa. Tengo que reponer las mercancías. En cuanto pueda, hago la paella completa a ver qué tal. Y os lo cuento.
¡Ah! Y muchas gracias , Dolita, que me has servido de gran ayuda.